domingo, 7 de marzo de 2010

La derecha quiere pagar deuda con ajuste


Por Javier Romero 15.02.2010
SABBATELLA DEFIENDE EL FONDO DEL BICENTENARIO
“La derecha quiere pagar deuda con ajuste"
El diputado de Nuevo Encuentro, a tono con el gobierno nacional, cree que hay que liberar recursos del Presupuesto para destinarlos a obras públicas y producción.
- El diputado nacional Martín Sabbatella preside el bloque Nuevo Encuentro. Oficialistas y opositores siguen con atención la postura que tomará ese espacio frente al próximo debate parlamentario sobre la creación del Fondo del Bicentenario, ya que Sabbatella acompañó al Gobierno en proyectos polémicos, pero también fue duro en criticar la compra de dos millones de dólares por parte de Néstor Kirchner o la intervención del INDEC.
–¿Cuál es la postura de Nuevo Encuentro en relación con el Fondo del Bicentenario?
–Coincidimos en su creación y en que se utilice el excedente de reservas que tiene el país. La Argentina tiene 18.000 millones de dólares por encima de los 30 mil que conforman la base monetaria. Eso permite disponer de reservas para lograr mejores condiciones para el país, como tasas más bajas. Y libera recursos importantes del Presupuesto, que deben destinarse a obras públicas, a promover la producción, a ampliar y mejorar las políticas sociales.
–Pero el Gobierno no aclara para qué quiere utilizar esos fondos.
–Es en el Congreso donde se tiene que discutir hacia qué se orientan los recursos que quedan disponibles. Cuando la derecha dice: “No a la creación del Fondo del Bicentenario” no dice: “No al pago de la deuda”. Su receta es pagarla con fondos del Presupuesto, pagarla con ajuste. Plantean reducir la inversión pública, enfriar la economía, pisar el consumo, achicar el gasto. Es la receta que siempre tuvieron. Nosotros creemos todo lo contrario, creemos en ampliar el consumo, en especial de los sectores populares.
–Se dice que eso expandirá el gasto y generará inflación.
–Es el discurso ortodoxo y neoliberal más clásico. La inflación se corrige con una política eficiente en el control de precios y aumentando la oferta. Y que los recursos que entran en la economía real aumenten el consumo popular, la producción, el empleo, y no que se trasladen a los precios.
–¿Esa postura no los deja pegados al Gobierno?
–Tomamos posiciones de acuerdo con nuestras convicciones. No calculamos si eso nos deja más cerca o más lejos del Gobierno o de la oposición. Puede ser que algunos crean que eso no conviene, pero privilegiamos la coherencia a la conveniencia.
–Lo decía en relación con su posición durante la campaña, cuando planteaba la autonomía de las fuerzas de centroizquierda...
–Construir con autonomía significa hacerlo por fuera de los partidos tradicionales, no por fuera de los conflictos y de las disputas políticas e ideológicas que se expresan en el presente.
–Algunos de sus posibles aliados, como Pino Solanas o Jorge Ceballos, dicen que el kirchnerismo es una versión de la derecha.
–El kirchnerismo no es el límite de lo que se puede hacer; pero decir que es otra versión de la derecha no es cierto y no es justo. Hay que tener cuidado porque a veces, con un discurso que teóricamente va por más, se es funcional a quienes quieren ir por menos.
–¿Está peleado con Pino?
–No, para nada. Hay debate en los sectores progresistas y populares, y todos debemos aprender a construir unidad en la diversidad, con reglas de juego claras. No hay liderazgos excluyentes en este espacio.
–¿Qué lo separa del Acuerdo Cívico?
–Es una fuerza que expresa un pensamiento de derecha. Más allá de los orígenes de los partidos que la componen, hoy son una fuerza elitista, antipopular y conservadora.
–¿Y qué cuestiona del kirchnerismo?
–Hay que construir una nueva matriz distributiva más justa. Además, no hubo una transformación de la cultura política y el Gobierno terminó recostado en el PJ, un partido viciado y vaciado que no tiene nada que ver con lo que significó el peronismo en términos históricos.

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